Otra vez de vuelta a Madrid, después de haber estado una semana trabajando en Alemania. Aunque el clima no fue bueno, con temperaturas de -6º y nevando todos los días (como podéis ver en el selfi). El viaje como siempre ha merecido la pena. Tabajando en el hospital y esta vez también visitando una fabrica de ortesis y productos ortopédicos. Donde estuvieron colocando unas nuevas Ring Orthesen en una paciente nuestra de Barcelona, con parálisis cerebral, pies equino planos y contractura de adductores.
No solamente es lo que aprendes en el hospital, si no lo que conoces sobre organización, sobre nuevas tecnologias de la industria para la fabricación de dispositivos ortopédicos. Un sitio donde el I+D se practica todos los días, donde la escayola para tomar moldes ha casi desaparecido. Utilizando dispositivos que escanean todo el cuerpo y cuya información una vez procesada, se envia a robots que dan la forma a las distintas ortesis. La verdad tengo sana envidia, viendo estos avances que por desgracia tardaran muchos años en llegar a nuestro pais.
Por ahora solo un pequeño puñado de nuestros pacientes, que han viajado a Alemania se benefician de esta tecnologia. Pero espero que en el futuro sean cada vez más.
Yo no paro de aprender nuevas cosas de cirugía ortopédica, que evidentemente revertiran a nuestros pacientes de los cinco continentes que acuden a nuestra clinica IICOP de Madrid o de Panamá para ser tratados. Pies deformes por sindromes como el de Pitt Hopkins (SPH), artrogriposis o parálisis cerebral, son algunos de los casos que se han tratado.
Vuelvo con ganas de aplicar todo lo aprendido y solucionar los serios problemas, con los que acuden muchos de nuestros pacientes. Después de llevar 20 años viajando fuera de España, para formarme, sigo contando ya los días para volver nuevamente a viajar y aprender.